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jueves, 17 de mayo de 2012

New York Cheesecake (o la mejor tarta de queso del mundo)

 
 
 
 
Mi pasión por los dulces de queso empezó por el flan de queso Philadelphia (entonces era la única marca que encontrabas en el súper) que hacía mi madre cuando yo era una enana. Desde entonces fui descubriendo el apasionante mundo de las tartas de queso, para mi gusto TOOODAS deliciosas. Hasta que por primera vez tomé una New York Cheesecake... ¡¡¡buffffffffffff!!! me quedé mudita, sintiendo el sabor del queso y la mermelada de frutos rojos en cada una de mis papilas. Probé muchas recetas de New York Cheesecake pero esta de La Receta de la Felicidad es para mi gusto la mejor de las mejores. Os la cuento:
 
 
 
 
BASE

 
Necesitas:

  • Un paquete de galletas (maría, digestive... incluso rosegones, en este caso yo utilicé digestive)
  •  85 gr de mantequilla
 
Manos a la obra:
 
Tritura las galletas con un robot de cocina, una picadora, metiéndolas en una bolsa y golpeándolas (esta opción es genial para liberar tensiones) hasta tener una textura similar a la del pan rallado finito.
 
Funde la mantequilla y mézclala con el polvo de galletas, tiene que tener una textura como de arena mojada.
 
Forra un molde de entre 20 y 24 cm con papel de hornear y cúbrelo con la mezcla de las galletas presionando bastante y tratando de igualar bien la superficie.
 
Mételo al congelador mientras preparas el relleno de la tarta. 
 
 
 
RELLENO
 
  
Necesitas:
 
  • 900 gr de queso crema (tipo Philadelphia)
  • 200 gr de crème fraîche (si no la encuentras puedes usar yogures griegos)
  • 250 gr de azúcar
  • 3 huevos
  • El zumo de medio limón
  • 3 cucharadas soperas de harina de repostería
  • Una pizquita de vainilla 
  • Mermelada de fresa, frambuesa, o cualquier fruto rojo para decorar.
 
 Manos a la obra:
 
Precalienta el horno a 200ºC.
 
Bate el queso con unas varillas hasta ablandarlo, agrega el azúcar, la crème fraîche o el yogur, el zumo de limón y la harina. Remueve hasta tener una crema homogénea. Añade los huevos uno a uno batiendo sólo lo imprescindible para que se incorporen a la mezcla. (Como debemos evitar incorporar aire a la masa yo sólo utilizo la máquina para ablandar el queso, el resto de los ingredientes los mezclo utilizando una varilla de mano. Es una masa muy fácil de trabajar así que no tendrás problema para hacerlo)
 
Vierte la mezcla sobre la base de galletas y hornea a 200ºC durante 10 minutos. Al cabo de ese tiempo baja la temperatura del horno a 90ºC y hornea otros 30 minutos. El aspecto del centro de la tarta es como el de un flan.
 
Ahora tienes que armarte de paciencia y resistir la tentación porque has de tener la tarta dentro del horno, sin abrirlo ni un poquito, hasta que esté a temperatura ambiente.
 
Saca la tarta del horno y métela en la nevera hasta que esté completamente fría, lo ideal es hacerlo de un día para otro.
 
Cubre con una buena capa de mermelada y vuelve a meterlo en la nevera hasta que por fin sea la hora de disfrutar de la tarta. 

 
 
 
 
 Este trocito de tarta es para alguien muy especial a quien sé que le gusta muchísimo la tarta de queso. Disfrútala junto con un montón de besos y abrazos, aunque sea desde lejos. 

 
 
 
 
 

lunes, 14 de mayo de 2012

Bizcobolas Red Velvet y ¡¡mi segundo premio!!



Es genial tener un montón de recortes de bizcocho siempre esperando en el congelador. Están ahí, esperando para sacarte de un apuro. Este finde tuve uno de esos apuros gastronómicos y por suerte tenía una bolsita con los recortes del Red Velvet del día de la madre, en la nevera no había queso crema pero sí una tarrina de Philadelphia Milka que estaba deseando probar. Un poco de lo uno, otro poco de lo otro y tacháaan ¡¡¡unas bizcobolas(cakeballs para algunos) tremeeeeendas!!!


Como la textura de las bizcobolas y también los cakepops(aun no encontré el nombre perfecto en español) depende totalmente del bizcocho y el queso o la crema que utilices no voy a poner una receta al uso, con cantidades y esas cosas, simplemente os voy a explicar cómo se hacen; al menos cómo las hago yo. 


Necesitas:

  • Recortes de bizcocho; el que tengáis, por supuesto también podéis hacer un bizcocho a propósito para las bizcobolas, utilizar magdalenas, sobaos...
  • Queso crema, mermelada, crema de chocolate..., incluso si te encanta el dulce, leche condensada. O sea, cualquier crema que te ayude a integrar todas las miguitas de bizcocho.
  • Chocolate negro, con leche, blanco...para hacer la cobertura. En este caso utilicé una cobertura de vainilla que hace un tiempo tuvieron en Lidl muy del estilo de la de chocolate negro de Dr. Oetker.
  • Almendras y gotas de chocolate blanco para poner en el interior; esto también podéis sustituirlo por cualquier otro fruto seco, por un poco de ganaché que previamente hayáis congelado, gelatina, lacasitos.... O simplemente no poner nada.




Manos a la obra:

 

 Lo primero es desmenuzar el bizcocho. Si está congelado yo lo meto directamente en la picadora, así me evito tener que desmigarlo a mano, que no es difícil pero sí pringoso.


A continuación agrego el un poquito de queso, mezclo; otro poquito, vuelvo a mezclar... así hasta tener una masa que no se deshaga y no se pegue. Yo aprovecho para este paso también la picadora pero lo podéis hacer perfectamente con un tenedor o una espátula.


Con esa masa voy haciendo bolitas del mismo peso, en este caso de 22gr, y les meto el relleno. Hago un agujerito con el dedo, meto la avellana y cierro la bola.


Meto las bolas al congelador hasta que endurezcan bastante, yo las dejé media horita.


Y ahora es el turno de bañarlas con el chocolate fundido o la cobertura. Yo fundo el chocolate en un vaso estrechito metiéndolo al micro en tandas de 30 segundos, con mucho cuidado de que no se queme. Pincho la bizcobola con un palo de brocheta, la baño en el chocolate, dejo que escurra un poquito y la retiro del pincho ayudándome de un tenedor(no sé si me explico bien, si no entendéis preguntadme, porfa).


Cuando tienes la bolita suelta en la bandeja es el momento de jugar y dejarte llevar adornando con los toppings que se te vengan a la cabeza.


Las metes a la nevera y en cuanto se enfríen ya puedes deleitarte con ellas o meterlas en una huevera y llevártelas a tomar café con tu mejor amiga(o con quien tú quieras)



¡¡¡Mmmm estaban muuuy ricos!!! ñaaaaaaaams





Por último quiero darle las gracias a Liliana de Mis Dulces Aventuras  por darme mi segundo premio. Supongo que para las que lleváis bastante tiempo por este mundo los premios no dejan de ser una anécdota pero para mí, que todavía estoy arrancando son todo un acontecimiento.



 Yo quiero dárselo a:

Miss Dulce porque además de hacer unas cosas espectaculares siempre está ahí para decirme algo bonito despues de cada una de mis entradas.


Arca de Recuerdos por su montón de cosas ricas y porque, como yo, además de con la cocina disfruta con las manualidades, labores...


Desastre en la Cocina porque es cualquier cosa menos un desastre.


Cocinando Para Lola porque me enamoré de su última entrada de galletas de encaje.


Con un Poquito de Azúcar porque ¿a quién le amarga un dulce? y porque fue una de mis primeras seguidoras y ¡¡eso hace muuucha ilu!!

jueves, 10 de mayo de 2012

Galletas de mantequilla con pistola



Me refiero a esa maravilla de galletas hechas CON pistola, no a unas galletas pistoleras sucesoras del mismísimo Billy El Niño.


Bueno, me dejo ya de chistes peor que malos... Desde enana me vuelven loca estas galletas, recuerdo peligrosas expediciones a la despensa en busca de esa lata azul que contenía el preciado tesoro. Cuando por fin las encontraba metía mi manita debajo de la tapa hasta que sentía un papelito rizado y por fin las galletas, cogía una o dos (mis preferidas eran las que llevaban azúcar por encima) y corría a disfrutar de ellas en mi habitación.


Hace mucho que la pistolita anda por mi casa, pero sólo había servido algunas veces(muy pocas) para hacer churros y alguna vez más (pero tambien pocas) para rellenar profiteroles pero nunca se me había ocurrido que podía servir para conseguir  el  "oscuro objeto de deseo" de mi infancia. 


Si como a mí os vuelven loca estas delicias os animo a hacerlas; yo seguí la receta de la impresionante Kanela y Limón, merece la pena visitar esta receta en su blog aunque sólo sea por las fotos en las que nos indica qué resultado tendremos con cada una de las boquillas de la pistolita.


Vamos al lío:

 Necesitas

  • 340 gr de mantequilla ablandada bien fresquita(es el ingrediente más importante).
  • 240 gr de azúcar
  • 2 cucharadas de leche(en mi caso usé cucharadas soperas)
  • 1 cucharada de esencia de vainilla (como siempre, poned la cantidad en función de vuestros gustos).
  • 1 huevo grandecito. 
  • 1 cucharadita de café de levadura química.
  • 525 gr de harina.
  • Chocolate, almendras, crocanti, mermelada... cualquier cosa que se os ocurra para adornar las galletas.

Manos a la obra 



Como siempre la mantequilla debe haber ablandado a temperatura ambiente, nada de microondas ni calores; yo como soy un desastre y siempre me olvido de sacarla con tiempo acabo recurriendo a cortarla en trocitos pequeñitos y dejándola moderadamente cerca (no encima ni pegada) de un radiador.

Bate la mantequilla con el azúcar hasta tener una crema suave, blanquecina y muy homogénea; con mi batidora, algo más de 10 minutos.

Agrega la leche y la vainilla y bate de nuevo para mezclarlo bien.

Ahora es el turno del huevo, mezcla de nuevo hasta que se integre.

Y por último la harina y la levadura tamizadas. De nuevo mezclalo hasta tener una pasta, para este paso yo cambié las varillas de globo por las de amasar y terminé de mezclar con una cuchara de palo.


Y viene lo divertido:


Llena la pistola con la masa y apóyala completamente en una lámina de silicona o en la bandeja SIN ENGRASAR. No pongas mantequilla ni papel de horno ni ninguna otra cosa que la bandeja o la silicona porque sino la masa resbalará y no podrás formas las galletas. 


Con la boca de la pistola apoyada da un tirito, espera un segundo y retirala con un movimiento seco y ¡listo! Ahora adórnalas a tu gusto; con frutos secos, azucar, crocanti, mermelada (échala sobre la masa, si toca la bandeja te costará un mundo despegarla)...


Estas son dos de las 5 bandejas que me salieron a mí (como véis puse la mermelada directamente sobre la bandeja, graaan error, no conseguí sacar ni una galleta entera) .




Hornea con el horno precalentado a 170º hasta que tomen algo de color (para mi gusto están más ricas cuanto menos cocinadas estén), unos 12 minutos.


Retíralas del horno, deja enfriar en una rejilla y aguanta la tentación hasta que estén frías.






 Puedes adornarlas con chocolate ya en frío.




 

martes, 8 de mayo de 2012

Tarta Red Velvet para el día de la madre



Desde la primera vez que vi una red velvet me pareció tan jugosita, tan bonita, tan elegante y con ese frosting de queso que me vuelve loca que me moría de ganas de ponerme con una y ¿qué mejor ocasión que homenajear a las cuatro mamis con las que compartí la comida del domingo?


Estaba un poco desilusionada porque resultó una tarta muy accidentada; el color no quedó homogéneo, por los bordes se veía más marroncita que roja (si sabéis por qué contádmelo, porfis), sufrió un accidente de nevera el sábado durante la noche y un accidente automovilístico el mismo domingo pero era una chica fuerte y mantuvo el tipo hasta que llegó a la mesa.


Yo estaba espectante y un poco preocupada hasta que empezaron a probarla, con el tercer o cuarto "hummm" ya empecé a relajarme pero cuando llegó un "está deliciosa" se me olvidaron todos los percances, le hinqué el diente y "uffffff" ¡¡QUE RICA ESTABA!! Estoy segura de que la repetiré mil veces.


Hace ya tiempo que tenía la receta apuntada en una libretita y no recuerdo de dónde la saqué. Os dejo la receta como la había copiado.

 
BIZCOCHO


Necesitas
  
  • 280 gr de harina
  • 340 gr de azúcar
  • 1/2 cuchara de medir (+/-1cucharilla de café) de bicarbonato sódico
  • 250 gr de buttermilk*
  • 5 ml de vinagre si el buttermilk es comprado**
  • 16 gr de sal
  • 15 gr de cacao
  • 2 cucharaditas aproximadamente de extracto de vainilla (según tu gusto)
  • 2 huevos medianos
  • +/- 2 cucharadas de colorante rojo
 (Edito. Esto de andar con prisas para subir la entrada a la hora de cenar no es nada bueno, me comí media receta jajajaja)

* El buttermilk (o más castizamente "suero de mantequilla") es el líquido lechoso y  un pelín espeso con el que nos encontramos cuando batimos la nata en exceso y hacemos mantequilla. En otros lugares es una bebida muy popular y lo hay en cualquier supermercado, pero en España es muy difícil encontrarlo; leí que a veces lo hay en Lidl o en Carrefour  pero la verdad en Ourense nunca lo ví. Por suerte es fácil "fabricártelo" en casa. Tienes dos opciones; una batir nata como expliqué antes y la otra añadir una cucharada de vinagre a 250 ml de leche y esperar 10 minutitos.
** El cacao reacciona con el vinagre dándole un tono más rojizo al bizcocho, es por esto que si haces el buttermilk en casa mezclando leche y vinagre no necesitas añadirle más.


Manos a la obra

  
Precalienta el horno a 180ºC. 

Prepara el molde con mantequilla y harina o espray desmoldante.
Tamiza la harina, la sal, el azúcar, el cacao y el bicarbonato todo junto y mézclalo.
Añade el aceite, el buttermilk, el vinagre, el extracto de vainilla, los huevos y el colorante en este orden y mézclalo bien. 
Vierte la mezcla en el molde y hornea durante unos 30 minutos, al cabo de ese tiempo puedes comprobar con una aguja si ya está cocinado. El mío tardo unos 45 minutos en estarlo.

Cuando esté hecho retira del horno, déjalo enfriar unos minutos en el molde y a continuación ponlo sobre una rejilla hasta que esté totalmente frío.

Si cuando enfríe lo envuelves con film y lo dejas reposar toda la noche estará más asentado y podrás cortarlo mejor.


 

 FROSTING DE QUESO

Necesitas

  • 400 gr de queso crema
  • 200 ml de nata líquida de al menos el 35% de materia grasa (yo utilizo la de Central Lechera Asturiana que tiene un 35.1%, parece una tontería pero ese 0.1 se nota mucho; la nata montada queda mucho más firme) 
  • 200 gr aproximadamente de azúcar glass tamizado (según te guste más o menos dulce, yo le eché sólo 175gr)
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla (yo no se lo eché porque me encanta el sabor de este frosting sin ningún aroma)
Manos a la obra  
  
Bate el queso con el azúcar y la vainilla.
Por otra parte monta la nata hasta que haga picos.
Añade la nata a la mezcla de queso y azúcar poco a poco y realizando movimientos envolventes. 


 MONTAJE DE LA TARTA

Necesitas
  • Bizcocho
  • Frosting de queso
  • Tres o cuatro cucharadas soperas de mermelada de fresa (la red velvet no suele llevarla pero le da un toque muy rico que contrasta con el frosting)
  • Bolitas de chocolate de colores.
  • Banderines, hilo y brochetas para el adorno.(podéis descargaros aquí los banderines con las letras)
Manos a la obra 
Nivela el bizcocho.
Córtalo en dos y marca cada piso con un palillo para volver a colocarlos en su forma original.
Extiende la mermelada en el primer piso y cúbrela con una capa de frosting.
Tapa con el otro bizcocho.
Cúbrelo con el frosting y adórnalo según tu inspiración; yo hice florecitas con bolitas de chocolate y cubrí el borde con los restos de nivelar el bizcocho rayados.
Corónala con los banderines y ¡Sorprénde a mamá! jajaja