Mi pasión por los dulces de queso empezó por el flan de queso Philadelphia (entonces era la única marca que encontrabas en el súper) que hacía mi madre cuando yo era una enana. Desde entonces fui descubriendo el apasionante mundo de las tartas de queso, para mi gusto TOOODAS deliciosas. Hasta que por primera vez tomé una New York Cheesecake... ¡¡¡buffffffffffff!!! me quedé mudita, sintiendo el sabor del queso y la mermelada de frutos rojos en cada una de mis papilas. Probé muchas recetas de New York Cheesecake pero esta de La Receta de la Felicidad es para mi gusto la mejor de las mejores. Os la cuento:
BASE
Necesitas:
- Un paquete de galletas (maría, digestive... incluso rosegones, en este caso yo utilicé digestive)
- 85 gr de mantequilla
Manos a la obra:
Tritura las galletas con un robot de cocina, una picadora, metiéndolas en una bolsa y golpeándolas (esta opción es genial para liberar tensiones) hasta tener una textura similar a la del pan rallado finito.
Funde la mantequilla y mézclala con el polvo de galletas, tiene que tener una textura como de arena mojada.
Forra un molde de entre 20 y 24 cm con papel de hornear y cúbrelo con la mezcla de las galletas presionando bastante y tratando de igualar bien la superficie.
Mételo al congelador mientras preparas el relleno de la tarta.
RELLENO
Necesitas:
- 900 gr de queso crema (tipo Philadelphia)
- 200 gr de crème fraîche (si no la encuentras puedes usar yogures griegos)
- 250 gr de azúcar
- 3 huevos
- El zumo de medio limón
- 3 cucharadas soperas de harina de repostería
- Una pizquita de vainilla
- Mermelada de fresa, frambuesa, o cualquier fruto rojo para decorar.
Manos a la obra:
Precalienta el horno a 200ºC.
Bate el queso con unas varillas hasta ablandarlo, agrega el azúcar, la crème fraîche o el yogur, el zumo de limón y la harina. Remueve hasta tener una crema homogénea. Añade los huevos uno a uno batiendo sólo lo imprescindible para que se incorporen a la mezcla. (Como debemos evitar incorporar aire a la masa yo sólo utilizo la máquina para ablandar el queso, el resto de los ingredientes los mezclo utilizando una varilla de mano. Es una masa muy fácil de trabajar así que no tendrás problema para hacerlo)
Vierte la mezcla sobre la base de galletas y hornea a 200ºC durante 10 minutos. Al cabo de ese tiempo baja la temperatura del horno a 90ºC y hornea otros 30 minutos. El aspecto del centro de la tarta es como el de un flan.
Ahora tienes que armarte de paciencia y resistir la tentación porque has de tener la tarta dentro del horno, sin abrirlo ni un poquito, hasta que esté a temperatura ambiente.
Saca la tarta del horno y métela en la nevera hasta que esté completamente fría, lo ideal es hacerlo de un día para otro.
Cubre con una buena capa de mermelada y vuelve a meterlo en la nevera hasta que por fin sea la hora de disfrutar de la tarta.
Este trocito de tarta es para alguien muy especial a quien sé que le gusta muchísimo la tarta de queso. Disfrútala junto con un montón de besos y abrazos, aunque sea desde lejos.